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Estas imágenes del satélite Landsat de la NASA/USGS muestran los efectos refrescantes de las plantas en el calor de la ciudad de Nueva York. A la izquierda, las áreas del mapa que son de color verde oscuro tienen una vegetación densa. Observe cómo estas regiones coinciden con las regiones de color púrpura oscuro, aquellas con las temperaturas más frías, a la derecha. Crédito: mapas de Robert Simmon, utilizando datos del Programa Landsat. Obtenga más información en Los niños del clima de la NASA.

Si bien las áreas urbanas son más cálidas que las áreas rurales circundantes, el efecto de isla de calor urbano ha tenido poco o ningún efecto en el calentamiento de nuestro mundo porque los científicos lo han tenido en cuenta en sus mediciones.

Las islas de calor urbanas no son un fenómeno recién descubierto. Usando simples termómetros de mercurio, los meteorólogos han notado durante unos dos siglos que las ciudades tienden a ser más cálidas que las áreas rurales circundantes.

Asimismo, los investigadores han notado durante mucho tiempo que la magnitud de las islas de calor puede variar significativamente entre ciudades. Sin embargo, pueden filtrar esos efectos de las tendencias a largo plazo. En general, el efecto isla de calor urbano no ha contribuido mucho al calentamiento de nuestro mundo. Otras actividades humanas, principalmente la quema de combustibles fósiles, son las principales culpables.