¿Se puede utilizar la nueva tecnología de conversión de carbono en oxígeno de la NASA como MOXIE para abordar el cambio climático?

Los técnicos en la sala limpia bajan con cuidado el instrumento del Experimento de utilización de recursos in situ de oxígeno de Marte (MOXIE, por sus siglas en inglés) al vientre del Rover Perseverance.
Los técnicos en la sala limpia bajan con cuidado el instrumento del Experimento de utilización de recursos in situ de oxígeno de Marte (MOXIE, por sus siglas en inglés) al vientre del rover Perseverance.
NASA/JPL-Caltech

El 20 de abril de 2021, dos días antes del Día de la Tierra, se liberaron 5,4 gramos de oxígeno a la atmósfera marciana. Habían sido creados por el Experimento de utilización de recursos in situ para extracción de oxígeno en Marte (MOXIE, por sus siglas en inglés), una pieza experimental de tecnología a bordo del rover Perseverance en Marte de la NASA.

MOXIE está diseñado para convertir el dióxido de carbono marciano, que constituye el 96% de la atmósfera de Marte, en oxígeno. La NASA está probando esta tecnología con la esperanza de enviar generadores de oxígeno a Marte en un futuro lejano, donde podrían usarse para crear las decenas de miles de kilogramos de propulsor de cohetes que se necesitarán para sacar a los astronautas del planeta y regresar a la Tierra (además de brindar oxígeno para respirar).

MOXIE destacado en el Rover Marte 2020.
MOXIE destacado en el Rover Marte 2020.
NASA/JPL-Caltech

Dado que MOXIE funciona al ingerir dióxido de carbono, el gas que principalmente impulsa el cambio climático aquí en la Tierra, y produce oxígeno, muchas personas se preguntaron si podría ser útil en nuestro propio planeta. Pero si bien la tecnología es parte de cualquier plan para abordar el cambio climático, la conversión que logró MOXIE en Marte no es un enfoque viable.

Incluso en Marte, donde la atmósfera consiste casi en su totalidad en dióxido de carbono, MOXIE requiere mucha energía para hacer su trabajo. En la Tierra, donde el dióxido de carbono en la atmósfera está muy diluido, se necesitaría incluso más energía, mucha más de la que se generó al quemar el combustible que creó el dióxido de carbono en primer lugar. Se necesitarían plantas de energía enormes para producir toda esa energía, y si esas son instalaciones que queman combustible, crearían más dióxido de carbono del que podríamos recuperar con la tecnología MOXIE. Incluso si usara plantas de energía de energía limpia, tendría más sentido usarlas para reemplazar nuestras plantas que queman combustible.

La tecnología de MOXIE podría ser útil en el punto donde se libera dióxido de carbono al aire, como las chimeneas. Y si bien no es una forma de tecnología de captura directa de aire, las versiones futuras de MOXIE podrían usarse junto con esas tecnologías. Pero, por ahora, para abordar el cambio climático, sería más efectivo emplear estrategias para reducir el dióxido de carbono atmosférico, como reducir nuestras emisiones, la captura de carbono y la preservación y restauración del hábitat.